A Magdalena Sánchez, de la comunidad de Crevaux, la noticia del cáncer cérvicouterino la llevo a enfrentar un panorama desalentador, la noticia la devastó; pero, se levantó y buscó ayuda.
Con perseverancia, luego de cuatro años de tratamiento, fue declarada libre de la enfermedad y aun continua con sus revisiones anuales. Ella lanzó un mensaje a las mujeres, para que den el paso inicial contra la enfermedad, ir al hospital para hacerse una prueba de Papanicolaou
“Las mujeres no deben sufrir en silencio desde sus casas, cuando hoy contamos con atenciones gratuitas en diagnóstico y tratamiento en el hospital Fray Quebracho. Debemos convertir en rutina anual la prueba del PAP”, complementó.
Sánchez tiene claro que el cáncer no es sinónimo de muerte. “Somos varias las mujeres que superamos la enfermedad”, afirmó. Su testimonio resalta que esta prueba es la manera más fácil y accesible para descartar o detectar a tiempo las lesiones que provoca esta enfermedad.
Otras mujeres representantes se sumaron a la voz de Magdalena Sánchez y se declararon voluntarias para cuidar la salud de las madres e hijas en la región.
Laura Ordoñez, asambleísta regional, apoyó la iniciativa por la salud de las mujeres. “Chaqueñas nos desprendamos de mitos y vergüenzas, porque la enfermedad del cáncer es muy peligrosa y silenciosa, un control a tiempo puede salvarnos la vida”, dijo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Bolivia, el cáncer tiene rostro de mujer, los tipos más comunes corresponden al cáncer cérvicouterino y al de mama. Para hacer frente a esta enfermedad, a partir de hoy, el Hospital Fray Quebracho, brindará atenciones gratuitas en prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación.
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