“UN PUNTO DE ESPERANZA” Y “MI DULCE HISTORIA”

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DOS EXPERIENCIAS PARA PREVENIR LA VIOLENCIA Y PROMOVER LA EQUIDAD

Un punto de Esperanza (tejido) y Mi dulce Historia (repostería) son los talleres de la Unidad de Genero del Gobierno Autónomo Regional del Gran Chaco, que llega a las mujeres de barrios y comunidades de Yacuiba, para prevenir la violencia psicológica, patrimonial y económica, además de promover la equidad de género y la resiliencia.

Mujeres activistas por los derechos humanos llegaron al Gobierno Regional para establecer ahí Un Punto de Esperanza en la lucha contra la violencia. Ellas van a diferentes sectores de la ciudad para promover actividades productivas y reflexionar con la población sobre el tema.

La resiliencia a través del tejido, es lo que busca cada uno de estos encuentros, donde las mujeres, jóvenes y niñas que llega comparten la terapia de tejer juntas y obtener conocimientos para generar espacios de intercambio de conocimientos, fortalecer su identidad y autoestima.

En cambio, Mi Dulce Historia desarrolla talleres de repostería a nivel básico es seis barrios, donde las mujeres aprendieron a elaborar productos de venta masiva, para generar emprendimientos, promoviendo su independencia económica además de fortalecer su autoestima.

Las mujeres que finalizaron los cursos están realizando la exposición de los productos esmerándose por mejorar la presentación, considerando los conocimientos de las herramientas de marketing y promoción de ventas que obtuvieron durante el curso.

Ambas experiencias finalizarán con una Feria que expondrá el resultado de los talleres, además de reconocer al barrio que realice la mejor presentación; sumado a eso, las participantes recibirán un recetario de los productos, según informo la responsable de Genero, Paula García.

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